lunes, 15 de noviembre de 2010

Escribiendo a Julieta

     En estos días, he visto la película "Cartas a Julieta" recomendable si tienes (o necesitas) un rato en el que no pensar en cosas trascendentales y dejarte llevar por una clásica, típica y previsible historia de amor. Sean de crítica cuestionable o no, este tipo de películas de vez en cuando, he de confesar, que me gustan!!! no te hacen pensar quién es el malo, cómo se descifra el código de Leonardo ni que profundo mensaje esconderá la peliculita que llevas más de una hora viendo y aún no le has cogido ni por asomo la trama, de hecho dudas hasta con el personaje protagonista que en verdad no sabes ni cuál de ellos es.

   ¿qué tendrán estas películas que en el fondo a todas (o casi todas por no generalizar) nos gustan? y pensando en Julieta concretamente, me dió por indagar un poco en su propia historia, aunque a todos nos suena de la tele, del colegio o del instituto fue una de las mejores historias de amor jamás contadas. Se cuenta, que Shakespeare "le cogió prestada" la idea a Luigi Da Porto, que fue el primero que escribió un relato basado en Julieta Capuleto y Romeo Montesco, pues tanto potencial debió ver Shakespeare en este relato, que escribió una de las novelas más interpretadas y versionadas a lo largo de la historia. Algo debe de tener cuando tenemos versiones de todo tipo, desde las más clásicas a las más modernas...

                                                                               


 

     Algo ha de tener Julieta, que hoy en día, la que fuese la casa escenario de la tragedia es uno de los atractivos más visitados de Verona. Es lugar de peregrinación para cientos de chicas, que con el corazón en sus diversos estados ya sea roto, enamorado o deseando enamorarse se acercan hasta Julieta, para dejar una carta a sus secretarias. Estas secretarias llevan años contestando a esas cartas desde su oficina situada en la casa de Julieta, intentando dar consejo, apoyo o simplemente una respuesta a cada uno de esos manuscritos que deben ser, en algunos casos, un grito desesperado, ¿ quién no le hubiese escrito a Julieta alguna vez ??? os aseguro que yo, sí.


Estatua de Julieta en el patio de su casa de Verona


Otra de las costumbres que soporta Julieta, y digo que soporta porque es curiosa a la par que rarita, es tocarle el pecho derecho, de ahí que lo tenga con tanto brillo la pobre!!!

Aún hoy, no se puede constatar a ciencia cierta que la casa de Verona fuese verdaderamente la de Julieta, ni tampoco que existiera en realidad, pero... y qué más da! tampoco estamos seguros de que exista vida en otros planetas y mandamos cohetes, no?? pues prefiero pensar, que en algún rincón de esa casa, se mantiene vivo el espíritu de Julieta y da aliento al corazón más destrozado que llega ante ella.


-¡Oh, Romeo, Romeo!¿por qué eres tú, Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre; o si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré de ser una Capuleto.




   

6 comentarios:

  1. Me encanta venir a visitarte,o me entretienes o me enseñas, no tenía ni idea de las secretarias de Julieta, lo encuentro genial.

    Un abrazo

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  2. Es la primera vez que entro a tu blog, pero no será la última, aquí me quedo, me ha gustado mucho!!. (No sé que me ha pasado, que no me pude hacer seguidora, en cuanto pueda vuelvo y ya me hago, eh?).
    Pásate por mi blog, yo también trato temas muy variados, espero que te guste.

    www.misstentaciones.blogspot.com

    Besitos,
    Yésica

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  3. Bonito blog!
    Te sigo!

    http://www.reporteroblog.blogspot.com

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  4. Me gusta ! un beso del Marquito ! ;-)

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  5. Que bonito el reportaje, sabes? la pelicula de Leonardo di Caprio y Claire Danes fue una de mis favoritas en mis años de adolescencia, me hice con un poster original, la pelicula y el libro me encantaban los dialogos y sobre todo la figura de Mercucio.

    Gracias por devolverme esos recuerdos.

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thanks!!!!

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