domingo, 14 de noviembre de 2010

Una calle de...París

        Los domingos, dedicaremos el post a algo que a tod@s nos encanta...viajar!!! ya sea una escapada de un día o un viaje de un mes, sea cual sea la duración y el destino la ilusión es siempre la misma, conocer nuevos lugares, nuevas culturas y dejarnos llevar por el encanto del sitio en el que estamos, empapándonos de todo lo que nos rodea y permitiendo que nos deje una buena huella en los sentidos.

    Hoy nos vamos aaaaaaaaaaaa París!!!!!!!! aunque siempre ha sido una ciudad presente en mi mente viajera por su importancia cultural, su relevancia en la moda y ser la nave nodriza del modernismo (uno de mis movimientos preferidos en todos sus aspectos ramas). La verdad que me dejó impresionada por todo, cada rincón es más bonito que el siguiente, el Louvre...ese gran museo!!!!, su street style...bueno ahí hay que decir que las chicas parisinas llevan unos estilismos que se convierten en un mundo paralelo al que yo conozco!! espectacular en todos los aspectos!

   Cada tienda, no importa al mercado al que se dediquen, guarda el mismo espíritu parisino en el exterior que en el interior, una simple panadería puede convertirse en el sitio más encantador que jamás has visto.




Inolvidable es la sensación de ver por primera vez la torre Eiffel. Por muchas veces que la hayamos visto en películas, libros o fotos nunca es comparable a la visión de estar bajo sus pies y ver semejante monumento de hierro. Impresionantes son las vistas de París de noche desde su última planta, hay imágenes que permanecen para siempre en la memoria.


     Montmartre sigue conservando ese aire romántico y decadente a la vez, que hace que vuelvas en el tiempo y te sumerjas en la historia para ver cómo paseaban y pintaban por sus calles Van Gohg, Monet, Renoir...
Su plaza principal, aún está llena de pintores (algunos már artistas que otros...) que te invitan a posar para un retrato, los resultados de estos retratos son...bueno, dejémoslo en que hay para todos los gustos, yo prefiero pensar, en aquella aglomeración de pintores aún sobreviven algunos de sentimiento.




    No habría forma de resumir un viaje a París sin que te dejes cosas en el tintero, imágenes sin comentar y rincones sin compartir, asi que simplemente esto será un pequeña visita a la que se ha convertido en una de mis ciudades favoritas.



  

Una de las cosas que más suelo recordar, son los olores, y haciendo memoria, las calles de París huelen a crepes calentitos, croissants recién hechos y café, todavía hoy, al pasar por una cafetería y oler algo de lo anterior, por unos segundos, vuelvo a París.


Un saludo viajero.

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