domingo, 7 de noviembre de 2010

Hoy, me rindo a Gaudí.

   Hoy se ha consagrado la Sagrada Familia, hecho, que aparte de la religión que proceses o que no proceses, y dejando aparte misticismos, hace que al menos por un día, todos, nos asombremos ante el imponente don de Antoni Gaudí.

   No importa si eres cristiano, protestante, ortodoxo o ateo, del norte, del sur, de China o de Australia, el arte es una de las pocas cosas que consigue unificar los sentidos de la humanidad, ya sea mucho o muy poco el conocimiento cultaral o artístico que se tenga, las sensaciones y la sensibilidad está por encima de todo esto, y Gaudí, supo a la perfección crear y diseñar para que todo el mundo lo entendiese y lo más importante, lo sintiese.

   Un genio nacido en 1852, con un don y un sentido innato de la geometría, de los volúmenes y con una imaginación privilegiada que le hacía ver en su mente las imagenes proyectadas de sus diseños antes incluso de plasmarlos en papel, que rara vez bajo mi punto de vista (humilde) se volverá a repetir. Pienso, que hoy en día, son pocos los arquitectos que consiguen dar soluciones no solo estructurales y volumétricas a sus edificios, sino lo que para mí es igual de importante, conseguir el lado funcional y decorativo, éste último para mí un aspecto muy importante, tanto que dejó de convertirse en un hobby, para hacerse mi profesión, hoy en día un poco castigada por la situación actual, pero que mantengo con la misma ilusión.






No había detalle que para él resultase insignificante por pequeño que fuese, no dejaba sin diseñar ni el último rincón de una vivienda, de una oficina, desde techos de sinuosas formas, mobiliario, hasta puertas, ventanas y tiradores, eso, es arte.








  Gaudí llegó a dominar casi todos los gremios de las artes plásticas y los oficios artísticos, no hay nada más que ver sus vidrieras, esculturas, cerámicas, o el arte que hoy en día me sigue cautivando, la forja.


                                  
                                                             Verja del Parque Güell




El carácter de Gaudí, como el de cualquier genio, fue algo excéntrico y polémico según cuentan sus biografías. Se hizo vegetariano desde muy niño, llegando a mantener prolongados ayunos que hicieron que alguna otra vez enfermase. De carácter introvertido y huraño, cuando se le conocía en profundidad, era leal a sus amigos, al menos eso dejaron bien señalado los que tuvieron la suerte de conocerle. Cuando se graduó en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, el director, al darle el título dijo:
       ”Hemos dado el título a un loco o a un genio, el tiempo lo dirá"
Y efectivamente, el tiempo lo dijo.
 
Desde aquí, hoy rindo homenaje a uno de mis artistas más queridos y admirados, en unas de mis épocas preferidas el modernismo. Espero, que dónde estés, hoy sea para tí un día feliz cuando veas, por fin, tu Sagrada Familia consagrada y el mundo entero admirando tu obra, una vez más, enhorabuena Antoni.
 
un abrazo, desde rosaygris
 


   

  


1 comentario:

  1. Muchisimas gracias por tu visita y comentario, siempre hace mucha ilusión.
    Me ha encantado tu entrada, para mi Gaudí es uno de los representantes del modernismo, Art Noveuau, que más me gustan. La Sagrada Familia, La Pedrera, fachadas maravillosas de edificios, es realmente una auténtica locura. Entrar en tu blog y encontrarme con un post así me ha parecido impresiomnante.

    Un abrazo

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thanks!!!!

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